viernes, 10 de junio de 2011

Un día especial.

El sábado 11 de junio va a ser un día especial.

Buscando competiciones para que una nueva atleta cadete intentara hacer la mínima para su campeonato de España, salió una competición en Oviedo; y ya de paso de ir con ella, aprovechar para lanzar un poco, pues también hay jabalina masculina.

Por que un día especial: pues por poder competir con esos lanzadores asturianos a los que tanto admiro y con los que tantos momentos he disfrutado en los pasillos. Los hermanos Llamedo, Maikel, Da Silva, Gillermo, Gus,... y muchos más. Todavía recuerdo mi última visita el año pasado cuando ya tenía en mente el pasar a ser entrenador. Un viaje a Avilés en el que unas cuantas lagrimas se me escaparon pensando que no volvería a lanzar con ellos, a disfrutar de la jabalina. Ahora que siento lo mismo por lanzar que siempre, pero disfruto cada uno de los segundos de la competición, disfrutaré mucho más el honor de ser su compañero y rival en la pista de San Lázaro.

Pero no solo será un día especial por eso. Compensaré con un gran motor interior la escasa preparación de este año, algo que vale mucho más que todas las horas de pista y gimnasio, un corazón que intentará dedicarle un último adios a mi tío/abuelo Santiago.
Ese será mi mejor homenaje, ayudarle con el vuelo de mi jabalina en su último viaje, para que pueda "Descansar en Paz".

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“Un lanzador de jabalina tiene la fuerza de un lanzador, la velocidad de un velocista, la potencia de despegue de un saltador y la coordinación de un gimnasta” Jan Zelezny